El Himno Estatal es parte de la identidad de la Federación Rusa y, al igual que la bandera, la representa en eventos nacionales e internacionales. Hoy es uno de los símbolos oficiales del país, pero para llegar hasta él se tuvieron que modificar letras y sustituir melodías. Fue un proceso realmente curioso. Por ello, a continuación te invitamos a conocer la historia detrás del actual himno de Rusia.

Origen del himno ruso

Rusia ha experimentado, a lo largo de su amplia historia, varios cambios en su himno nacional. Pero, para dar con el origen del actual himno ruso, hay que remontarnos desde los zares hasta la Unión Soviética.

Los primeros cánticos nacionales de Rusia se registraron en la época zarista. Puntualmente, Alejandro I fue el que instauró el primer himno nacional, que duró desde 1817 hasta 1833. Este utilizaba la melodía del famoso Dios salve al rey (la canción patriótica británica) pero con la letra de la Oración de los rusos, un poema de Vasily Andreevich Zhukovsky.

En 1833, la Oración de los rusos fue sustituida por Dios salve al zar, un himno basado en la glorificación al zar y sus bondades. Le fue encargado a Alexei Fedorovich Lvov y este, después de componer las notas, le pidió al mismo Zhukovsky que modificara la letra del himno anterior para que combinara con la música. Dios salve al zar fue interpretado por primera vez en el Teatro Bolshoi.

A continuación dejamos un fragmento del mismo:

“¡Dios salve al zar!
¡Fuerte, Soberano!
¡Gobierna para la gloria, para nuestra gloria!
¡Gobierna para terror de los enemigos, zar Ortodoxo!
¡Dios salve al zar!”.

La Marsellesa y La Internacional

Durante la Revolución Rusa, y tras el fusilamiento de la familia imperial de los Romanov en 1918, el recién ascendido poder bolchevique decidió que se necesitaba un nuevo himno que representara las reformas que se estaban viviendo. Es por eso que, entre 1917 y 1922, en Rusia se utilizó La Marsellesa de los Trabajadores (una adaptación al ruso del recordado himno francés La Marsellesa) que ya había sido publicado por primera vez en 1875 en el periódico Vpered. Rezaba así:

“¡Renunciemos al viejo mundo!
¡Sacudamos el polvo de nuestros pies!
Somos hostiles a los ídolos de oro;
¡Odiamos el palacio real!”.

En 1922, con la creación de la Unión Soviética, se adoptó un nuevo himno que calaba aún mejor con el pensamiento bolchevique: La internacional. Considerado el himno comunista para los obreros de todo el mundo, el cual exaltaba las virtudes del comunismo y la unión del pueblo:

“¡Arriba parias de la Tierra!
¡En pie famélica legión!
Atruena la razón en marcha:
es el fin de la opresión”.

El himno durante la época de Stalin 

Sería el 1 de enero de 1944, con Iósif Stalin al mando de los soviéticos, que se oiría un nuevo canto patrio, mucho más autóctono que La Internacional (que fue escrito en Francia y representaba más a un movimiento global). El Himno estatal de la URSS fue compuesto por Serguéi Mijalkov y Gabriel El-Registán, quienes escribieron la letra, mientras que la música fue obra del reconocido compositor ruso Alexánder Alexándrov.

A pesar de que este himno hacía referencia directa al mandatario Stalin y destacaba las virtudes bolcheviques, otra de las principales motivaciones que hubo para sustituir a La Internacional fue el ámbito político. Durante la Segunda Guerra Mundial, Stalin quería demostrar a los occidentales que la URSS “no estaba interesada” en derrocar violentamente a los gobiernos de los países aliados en busca de imponer el ideal comunista.

El siguiente es un fragmento del himno de Rusia en aquel entonces:

“¡Tenaz unión de repúblicas libres
Que la Gran Rusia ha unido por siempre!
¡Larga vida al anhelo del pueblo!
¡La única y poderosa, Unión Soviética!”.

Este fue un gran aporte a la identidad de la URSS y, en especial, para los rusos. La música de Alexánder Alexándrov se utilizó posteriormente en otras versiones del himno, incluyendo el actual que data del año 2000.

Cambio post Stalin y disolución de la URSS

“Nos creó Stalin y nos inspiró la lealtad a la gente, para la labor, para las hazañas”, esta es solo una de las estrofas que mencionaban al sucesor de Lenin. Luego de su muerte en 1953, se decidió suprimir la letra del himno que lo nombraba en varias oportunidades, dejando solo la música.

No fue sino hasta 1977 cuando Leonid Brézhnev pidió al poeta Serguéi Mijalkov (autor de la letra del himno de 1944) que redactara nuevamente su texto, esta vez cambiando todas las frases que hiciesen mención a Iósif Stalin.

En 1991, con el final oficial de la Unión Soviética, Rusia, una vez más como país independiente, se vio en la necesidad de optar por un nuevo himno nacional. Fue así como Boris Yeltsin, presidente en ese entonces, anunció que la Canción Patriótica de Mijaíl Glinka (famoso y reconocido compositor ruso) sería el nuevo himno. Esta ya había sido aprobada en 1990 por una comisión de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia.

Polémicas y problemas del himno sin letra

La elección final de Yeltsin generó controversias desde el inicio y es que la Canción Patriótica no tenía letra. Por un lado, la población mostraba su descontento por no contar con una letra que entonar y con la cual honrar a su nación. Por el otro, el Partido Comunista rechazó el uso de este himno y pidió formalmente que se usase nuevamente el de la Unión Soviética.

Esto generó varias protestas, una de ellas fue encabezada por los jugadores del club de fútbol Spartak de Moscú (equipo más importante de la histórica capital rusa), quienes se quejaron porque en los partidos internacionales no tenían nada qué cantar.

Himno actual de Rusia

Finalmente, en el 2000 con el presidente Vladímir Putin a la cabeza de la campaña por recuperar la identidad nacional, se puso en tela de juicio el himno. 89 líderes reunidos en Consejo de Estado evaluaron 8 composiciones, incluyendo un tema de la cantante de pop rusa Ala Pugachova.

Pero, los finalistas fueron el antiguo himno soviético con el que Stalin sustituyó a La Internacional en 1944 y la Canción Patriótica (vigente hasta ese momento). Sin importar el ganador, en ambos casos se acordó realizar una letra inédita que honrara a Rusia y no a la Unión Soviética. Con 381 votos a favor y 51 en contra, la canción de la época soviética fue la vencedora. Una vez más se le encargó a Serguéi Mijalkov la letra del que sería el próximo himno nacional.

En su composición escrita, Serguéi suprimió las referencias al comunismo, socialismo y líderes pasados, centrándose en exaltar la riqueza cultural y abundancia del territorio ruso. Y así, con la misma enérgica y poderosa melodía de Alexánder Alexándrov, el 1 de enero de 2001 se escuchó por primera vez el actual himno de la madre Rusia:

“Rusia, nuestra patria sagrada,
Rusia, nuestro amado país.
Una poderosa voluntad, una gran gloria.
¡Son tu herencia por toda la eternidad!”.

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