La gastronomía rusa es muy rica y variada, y comprende numerosos platillos que vale la pena probar. Sin embargo, existen algunas recetas poco conocidas que sorprenden por su elaboración, su apariencia y su sabor, y que resultan mucho más exóticas que la mayoría. A continuación, te invitamos a echarles un vistazo a algunos de los platillos rusos más extraños que podrás encontrar en una visita a este país, para que tengas una idea de las excentricidades que te aguardan en su menú.

Kholodets, uno de los platillos rusos más originales por su apariencia

Comidas exóticas: echa un vistazo a los platillos rusos más extraños

Este es uno de los platillos rusos más raros que deja boquiabiertos a los turistas, pues su apariencia no es quizás la más agradable.

Se trata de una gelatina procedente de la carne, también conocida como Áspic, que se prepara con condimentos, zanahoria, arvejas y verduras varias, además de trocitos de carne, pollo o cerdo.

Normalmente, se sirve en rodajas y es muy popular en las reuniones y fiestas familiares de los rusos.

De los platos típicos rusos más extraños, el preferido es el Salo

Comidas exóticas: echa un vistazo a los platillos rusos más extraños

Aunque a los extranjeros les parezca poco común, el Salo es uno de los platillos rusos más extraños y adorado por los rusos. La receta se hace con tiras del tocino de la espalda o de la panza del cerdo, curadas y adobadas con distintos condimentos.

Lo más extraño de todo es que se comen crudas, como un aperitivo o como entrada y se acompañan de alguna bebida alcohólica como el vodka.

El Rassólnik, uno de los platillos rusos tan raro como nutritivo

Comidas exóticas: echa un vistazo a los platillos rusos más extraños

Otro de los platillos rusos más extraños es el Rassólnik, una sopa elaborada con pepinillos hervidos y cebada perlada que, a primera vista, puede no verse como la mejor combinación.

Además de los pepinillos y la cebada perlada, la sopa lleva caldo de carne y un poco de crema agria o smetana por encima. Es un plato muy nutritivo e ideal para la época de invierno, que es cuando se le come con mayor frecuencia.

El Ikrá, la versión vegetariana del caviar, otro de los platillos rusos más extraños

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Por si no lo sabías, el caviar es uno de los productos típicos de la gastronomía rusa pero, para sorpresa de todos, no es solo de pescado, ya que también existe una versión hecha a base de berenjenas y calabazas.

Este platillo es una estupenda alternativa para los vegetarianos que no consumen el tradicional caviar rojo o negro, y también valorado como sustituto en la época en la que las huevas de pescado escaseaban en la URSS.

El más extraño de los platos rusos por su sabor, El Vobla

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Es básicamente un filete de arenque seco y salado, que en su interior aún conserva las huevas saladas, secas y prensadas. Tiene un sabor amargo y lo encuentras comúnmente visitando los mercados de alimentos.

Lamprea escabechada, de los platillos rusos más curiosos y populares

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Si no le conocías, la lamprea es un pescado azul, al que se le conoce como vampiro de mar, porque se adhiere a otros peces, con ayuda de su boca circular y sus pequeños dientes, para alimentarse de su sangre.

Este tipo de pescado era muy popular y además, adorado por los romanos, así como también en la época medieval, considerado todo un manjar.

En realidad, es una comida de campesinos y en Rusia se popularizó cuando la comida comenzó a escasear. Hoy en día, todavía es posible comer lampreas escabechadas en algunos restaurantes. Son un poco duras, con sabor avinagrado y a amoníaco, pero vale la pena probarlas por la experiencia.

La Hamburguesa de Oso, entre los platos rusos más extravagantes

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Aunque puede sonar raro, los rusos acostumbran comer filete de oso como hamburguesa.

Para prepararla, cogen carne de oso pardo y la mezclan con huevo, rábano picado, ajo picado, una variedad de especias y crema agria, y luego la llevan a la plancha para cocinarla como una hamburguesa tradicional. La sirven con un salteado de cebollas y champiñones, y una salsa fresca de frutos del bosque.

Como puedes ver, la gastronomía rusa puede ser mucho más excéntrica de lo que crees, ya que ofrece platillos muy extraños que, normalmente, no te atreverías a comer. Sin embargo, probarlos es una buena forma de conocer a fondo la cultura y costumbres de este país, y de llevar la experiencia gastronómica a otro nivel.