Vladímir es una ciudad con enorme valor histórico y arquitectónico, eso la convierte en un gran punto turístico de la Federación Rusa. Forma parte del Anillo de Oro y, si se sigue la ruta tradicional de las 8 ciudades, es la última que se recorre antes de regresar a Moscú. Además, cuenta con estructuras medievales que fueron declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco en 1992. Las conocemos como los “Monumentos Blancos de Vladímir y Súzdal”.

Aparte de ser un tesoro dentro del anillo, la urbe también es un lugar industrializado, que tiene un fuerte en la producción alimentaria, química y mecánica. Según el último censo de 2020, cuenta con una población aproximada de 350.000 habitantes.

Ubicación de Vladímir

Se ubica a 180 kilómetros de Moscú. Usualmente es la ciudad con la que termina el recorrido completo del Anillo de Oro, que se hace en una semana. Sin embargo, para los turistas que prefieren ir al anillo por un fin de semana, se les recomienda viajar solo a Súzdal y Vladímir, por la poca distancia que hay entre ellas (36 kilómetros que se cubren en media hora). Es posible visitar ambas en un día y medio, y estar de vuelta en la capital el domingo. Viajando en auto a través de la autopista federal M7, ir a Vladímir tarda poco más de tres horas.

Ciudad de príncipes

Hay evidencia arqueológica de la existencia de asentamientos humanos en el territorio de Vladímir hace 30 mil años. Sin embargo, los eslavos no aparecieron ahí hasta el siglo IX. Historiadores rusos todavía debaten la fecha de fundación de la ciudad. Una versión indica que pudo haber sido levantada en 990 por el príncipe Vladimir Svyatoslavich y otra explica que fue en 1108 y se le adjudica al príncipe Vladimir Monomakh. Esta última fue apoyada por el gobierno de la Unión Soviética.

Entre los siglos XII y XIII Vladímir se convirtió en una de las ciudades más importantes de Rusia y era sumamente próspera, incluso superior a Moscú. En esa época se construyeron algunos edificios que hoy la vuelven una verdadera joya. Sin embargo, fue invadida y devastada por tártaros en 1238, suceso del cual le costó recuperarse.

Hasta el siglo XIV tuvo más de 20 príncipes gobernantes. El último de ellos, Dmitry Ivanovich Donskoy, logró anexarla a Moscú y entonces quedó a cargo del “El Gran Duque de Vladímir y Moscú” o simplemente del príncipe de Moscú. Después de la Revolución Rusa, Vladímir se industrializó rápidamente y sufrió algunas modificaciones arquitectónicas, pero en general logró mantener su encanto y varias de sus icónicas construcciones.

Vladímir, Vladímir: tesoro arquitectónico y turístico

¿Qué hacer en Vladímir?

Vladímir no es una ciudad solamente turística. Aparte de las empresas industriales, funcionan dos universidades (estatales) y varias escuelas primarias y secundarias. Igualmente, aquí queda el Centro Federal de Sanidad Animal. No obstante, por algo está incluida en el Anillo de Oro y es que ofrece una amplia lista de atractivos y de actividades para sus visitantes:

Admire el Patrimonio Mundial

Los llamados “Monumentos Blancos de Vladímir y Súzdal”, Patrimonio de la Humanidad, son las primeras paradas de los turistas que van a la ciudad. Aquí los enumeramos:

  • Puerta Dorada de Vladímir

Era parte de las viejas puertas de entrada a Vladímir y representa todo un arco triunfal que sobrevivió devastaciones y batallas. La Puerta Dorada de Vladímir fue construida en el siglo XII bajo la supervisión de Andrei Yurievich Bogolyubsky, príncipe en aquel entonces. Hoy en día no podemos verlo, pero en el momento de su construcción estaba recubierta con oro y cobre. Lo que Bogolyubsky quería lograr con esto era emular las puertas de entrada de ciudades santas como Jerusalén.

En el interior de la Puerta Dorada actualmente hallamos un museo que se encuentra a cargo del Museo-Reserva Vladímir-Súzdal, cuyo tema principal son las invasiones y las campañas militares. La mitad de la exposición se dedica a mostrar los asedios de los tártaros contra la ciudad, mientras que el resto trata de otros conflictos bélicos relevantes en el país, como los intentos de Napoleón Bonaparte de hacerse con Rusia o la Gran Guerra Patria, a saber, la Segunda Guerra Mundial.

  • Catedral de la Asunción

Es un templo operativo pero también un museo histórico de distintivas cúpulas doradas y muros grabados. Al igual que los otros monumentos, fue levantada en el siglo XII y resistió a los ataques de los mongoles que estaban bajo las órdenes de Batú Kan, el nieto del conquistador Gengis Kan. La catedral de la Asunción es una muestra exquisita de arquitectura medieval rusa y llegó a servir de inspiración para diseñar a su homóloga en en Kremlin de Moscú.

Dentro de la catedral están los frescos pintados por Andrei Rublev, un santo y artista ortodoxo, en el siglo XV. El templo fue restaurado varias veces durante los siglos XVIII y XIX. Sin embargo, las restauraciones más importantes y largas se hicieron en la década de los 70 del siglo XX.

  • Iglesia de la Intercesión de Nerl

Alrededor de 1165, el hijo mayor de Andrei Yuryevich Bogolyubsky murió después de batallar en Bulgaria del Volga. Muy afectado, el príncipe de Vladímir mandó a construir lo que hoy conocemos como la iglesia de la Intercesión del río Nerl en honor al fallecido. Este es uno de los monumentos más importantes de la ciudad, debido a su complejo diseño.

Está ubicada en una pequeña colina donde, en primavera, el río Nerl llena la zona, prácticamente hasta rodearla. Esto provoca una ilusión óptica desde cierta distancia, puesto que se puede apreciar que la iglesia, de una única cúpula, está “flotando” en el agua. También se mantiene bajo la responsabilidad del Museo-Reserva Vladímir-Súzdal.

  • Catedral Dmitrievsky

Es una solemne catedral de finales del siglo XII que queda en la calle Bolshaya Moskovskaya. Sus paredes exteriores cuentan con más de 500 relieves que muestran escenas bíblicas y personajes o seres legendarios. Por ejemplo, uno de ellos presenta a Sirin, que, según las leyendas rusas, era un ave del paraíso con la cabeza de una mujer.

La catedral le rinde honores a Dimitri Solunsky, mártir y santo nacido en Tesalónica. Un dato curioso de este monumento es que fue seriamente dañado entre 1838 y 1839, por error de los restauradores ordenados por Nicolás I. Lamentablemente perdió una galería entera y sus torres. Sin embargo, en el presente es un interesante museo que conserva una buena parte de su decoración interna.

Realice un recorrido arquitectónico

Además de los monumentos blancos, Vladímir tiene otras estructuras arquitectónicas que merecen ser visitadas. Están son:

  • Iglesia del Santo Rosario de la Santísima Virgen María

Esta es una iglesia católica que se terminó de construir en 1894. Su diseño difiere por completo de los templos dedicados al cristianismo ortodoxo de Vladímir, comenzando por la ausencia de una cúpula y sus brillantes muros de ladrillo rojo. A pesar de ello, es una hermosa obra arquitectónica. Queda ubicada en la calle Gogol y dentro guarda reliquias de Félix de Cantalice y de Santa Bárbara, protectora de los rayos y tormentas y de las muertes repentinas.

  • Torre de agua de Vladímir

Es un edificio del siglo XX que servía para suministrar agua, pero que ahora funciona como un museo. Fue inicialmente más un proyecto de ingeniería que un atractivo turístico, pero en la actualidad se puede admirar su especial diseño en ladrillo rojo y entrar a sus exposiciones sobre la vida en Vladímir a través de las épocas. Es patrimonio protegido por la Federación Rusa.

  • Vladimirsky Tsentral

No le permitirán entrar aquí, pero por lo menos podrá mirar desde afuera a la famosa Prisión Central de Vladímir, donde alguna vez estuvo Vasili Iósifovich Dzhugashvili, uno de los hijos de Stalin. Hoy, en ella solo encierran a criminales muy peligrosos que cumplen largas condenas. Es una cárcel de máxima seguridad con un diseño muy particular y llamativo. Su construcción fue ordenada por la emperatriz Catalina la Grande en el siglo XVIII.

Tanto en la Rusia zarista como en la Rusia comunista sus celdas albergaron a presos políticos. Sin embargo, durante la existencia de la URSS ahí también iban a parar los considerados espías, anarquistas, disidentes y, en general, gente que no estuviese de acuerdo con la ideología de la Unión Soviética.

Visite museos

En Vladímir quedan Museos muy peculiares como, por ejemplo, el Museo de la Cuchara. Fiel a su nombre, este lugar posee una colección de más de 16.000 tipos de cucharas. Por otra parte, también hay un museo que se dedica a todo lo relacionado con la industria de las farmacias de los siglos XVIII y XIX.

El Museo Histórico de Vladímir, que muestra la historia de la ciudad a partir del medioevo, queda en la calle Bolshaya Moskovskaya. Es un lugar elegante, cuyas exposiciones presentan desde joyas de inmenso valor hasta antiguas reliquias. Así mismo, es entretenido llevar a los niños al Museo “Cámaras”, que queda en un edificio construido en el siglo XVIII, y que hoy ofrece un grupo de exhibiciones preparadas para el público infantil. No obstante, también cuenta con un apartado de arte ruso moderno y algunas galerías de cuadros del siglo XIX.

Vaya al planetario

Los amantes de la astronomía no deben perder la oportunidad de visitar el Planetario Vladímir, creado durante el gobierno de la URSS, en 1962. Queda en la calle Bolshaya Moskovskaya y sus conferencias, observaciones y exposiciones son interesantes. Presentan temas titulados: “Delirios astronómicos y el fin del mundo”, “En busca de civilizaciones extraterrestres”, “Cielo estrellado en mitos y leyendas”, “Meteoritos – Invitados del Espacio”, “Estrellas y constelaciones”, entre otros.

Además, tiene una excelente área de astronomía infantil, para niños de 4 años en adelante. “Cuentos de estrellas”, “La tierra y sus vecinos”, “El viaje espacial del príncipe” y “¿Dónde se ha ido el sol?” son algunas de sus populares charlas.

Camine en la calle Georgievskaya

La calle Georgievskaya es un sitio pintoresco en el que se ubican varias casas construidas entre los siglos XVIII y XIX. Por lo general es un buen lugar para tomar fotos y caminar tranquilamente. Aquí no solo hay una peculiar lista de monumentos y estatuas, sino que también queda la iglesia de San Jorge con su impresionante arco e iconostasio interno.

Disfrute del Jardín del Patriarca

Queda en el centro de la ciudad y es toda una reserva de la botánica. Más de 100 variedades de árboles se han cultivado en el también llamado Jardín Patriarcal. Su belleza paisajística es tal, que habitualmente aquí se realizan las sesiones de fotos para las bodas en Vladímir. Es famoso por sus cerezos y manzanos. Además, constituye un lugar perfecto para descansar al aire libre.

Opciones culinarias

Vladímir es una ciudad donde la oferta culinaria es muy amplia. Esto quiere decir que no solo se topará con los establecimientos de platos típicos rusos, sino que podrá elegir entre comida china, italiana, japonesa, mexicana, mediterránea y francesa. Incluso tiene a su disposición franquicias de comida rápida como McDonald’s.

No obstante, si hablamos de comida tradicional del país, entonces reconocidos son Okolitsa, Blinchiki y Bistro Pelmen. También son famosos los bares que sirven cerveza artesanal o “cerveza local” como Piteyniy dom kuptsa Andreeva o Beer Restaurant Blackwood.

Alternativas de alojamiento

El promedio de los hoteles en Vladímir es de 3 a 4 estrellas. Los tipos de alojamientos varían, pues hay algunos con decoración muy tradicional y otros bastante modernos como el Voznesenskaya Sloboda. Entre los más populares se cuentan: Russkaya Derevnya, Hotel Vladímir, Pobeda Hotel, y el Hotel Rus. Especialmente, este último queda ubicado en el centro de la ciudad.

Horarios en edificios turísticos y restaurantes

El horario de algunos edificios turísticos de Vladímir es el siguiente:

  • Museo de la Puerta Dorada

No abre los jueves. El resto de los días funciona desde las 10:00 a.m. hasta las 18:00 p.m. y hay que pagar entrada.

  • Museo Cámaras

Con excepción de los lunes, el museo está abierto al público de 10:00 a.m. hasta las 17:00 p.m.

  • Catedral Dmitrievsky

Abre de 11:00 a.m. hasta las 19:00 p.m. exceptuando los días martes.

  • Catedral de la Asunción

No abre los lunes, pero el resto de la semana opera desde las 10:00 a.m. hasta las 16:45 p.m.

Reglas de entrada a las catedrales:

  1. Se prohíbe entrar con bolsos u objetos que superen las medidas de 40cm x 40cm x20cm.
  2. No se permite hablar por teléfono.
  3. Se restringe la entrada a personas en estado de ebriedad.
  4. No se permiten las mascotas, a excepción de los perros guías.
  5. Está prohibido fumar dentro de las instalaciones. En la prohibición se incluyen los cigarrillos electrónicos.
  • Planetario Vladímir

De lunes a viernes funciona en un horario comprendido entre las 8:45 a.m. y las 17:15 p.m. Los sábados abre de 10:00 a.m. hasta las 14:00 p.m. Se mantiene cerrado los domingos.

  • Torre de agua de Vladímir 

Mantiene sus puertas abiertas a visitantes de martes a viernes, entre las 11:00 a.m. y las 18:00 p.m. En cambio, los sábados funciona hasta las 19:00 p.m. Los menores de 16 años y las personas con alguna discapacidad visible entran de forma gratuita.

  • Iglesia del Santo Rosario de la Santísima Virgen María

Se encuentra abierta a partir de las 9:00 a.m. pero el rezo del rosario empieza a las 11:15 y la santa misa comienza al mediodía.

Reglas para visitar la iglesia:

  1. No se permite entrar con gorros o sombreros.
  2. Las mujeres pueden entrar sin pañuelos cubriendo su cabeza (requisito que si es común en iglesias ortodoxas).
  3. Se les pide a los visitantes apagar sus teléfonos móviles antes de entrar al templo.
  4. Está permitido tomar fotografías, exceptuando durante las misas.

En cuanto a los restaurantes, cada uno cuenta con su propio horario de trabajo. No obstante, la hora de apertura suele ser a las 11:00 a.m. y el cierre a las 00:00 a.m. Tenga en cuenta que los bares y los locales de desayuno tendrán un itinerario distinto.

Medios de transporte

A continuación dejamos varios medios de transportes que pueden utilizarse para llegar a Vladímir desde Moscú:

  • Viajar en tren

Si desea viajar en tren hasta Vladímir entonces debe dirigirse a la estación ferroviaria de Kurskiy, que es donde están los trenes que tienen ese destino. Para llegar, tome el metro de Moscú hacia la línea 3, marcada en azul, y bájese en Kurskaya.

Los boletos se adquieren en las mismas taquillas o se compran de forma online. Comúnmente el tren tarda poco más de tres horas en llegar a Vladímir. No obstante, otra opción más rápida es abordar uno de alta velocidad, cuyo tiempo de viaje es menor (1 hora y 45 minutos, aproximados).

  • Llamar un taxi

Ir en taxi hasta Vladímir tarda de tres a cuatro horas. Este tiempo de viaje dependerá del tráfico que haya en la capital y del clima. Puede pedir un taxi por teléfono o ir hasta la estación de metro Shchyolkovskaya, puesto que hay una parada justo en la salida de la misma.

  • Tomar un autobús

Para tomar un autobús hasta Vladímir es necesario ir a la Terminal Central de Autobuses de Moscú. Esta se encuentra justo al lado de la estación de metro Schyolkovskaya. Para llegar hasta allí aborde el subterráneo siguiendo la línea 3.

Viajar a Vladímir en autobús puede llegar a tardar poco más de tres horas, dependiendo siempre del clima. Los boletos se compran en las taquillas de la terminal. Si está en Vladímir y quiere regresar a Moscú, entonces tome uno de los buses de la parada que está al frente de la Vladimir-Passenger Station.