Si hablamos de fábricas de confitería en Rusia, Octubre Rojo seguramente encabeza la lista de las más famosas en la historia del país. Esta cerró en 2007 en Moscú, después de más de un siglo de funcionamiento, y pasó a formar parte de una empresa (United Confectioners) como marca. Sin embargo, quedan algunos rastros de esta icónica compañía en la capital rusa, que te compartiremos a continuación.

En caso de que quieras ver de cerca la antigua fábrica, puedes apuntarte a nuestro tour en el centro histórico de Moscú.

Breve historia de la fábrica Octubre Rojo 

La historia de la fábrica Octubre Rojo se remonta hasta el siglo XIX. Ya tiene básicamente 170 años existiendo. No obstante, el siguiente es un pequeño resumen de sus puntos más interesantes:

Confitería para los zares

Octubre Rojo comenzó a operar a partir de 1851, aunque en aquel entonces tenía otro nombre. Fue creada por alemanes que llegaron a Moscú. Theodor Ferdinand von Einem era el principal fundador e impulsor del proyecto, debido a que en 1849 había tenido la fortuna de servir sus golosinas a la familia imperial, encantándola con estas. Inspirado por ello, abrió la primera tienda de la futura fábrica de confitería en Arbat.

Llevarle dulces al zar y a su corte produjo un efecto positivo en la evolución de las empresas de Von Einem, quien vio sus finanzas y negocios crecer hasta que, en 1867, decide construir una enorme fábrica para cubrir la demanda en el mercado. Este complejo se erigió en frente del Kremlin, justamente en Sofiyskaya Embankment. Tres años después, otra fábrica Einem abrió en el terraplén de Bersenevskaya.

Cuando Von Einem muere, pasa a hacerse cargo de la compañía Julius Heuss, que la renombra oficialmente en 1886 como Einem Steam Factory of Chocolate, Sweets and Tea Biscuits, y la cambia a una sociedad anónima. Durante la exposición industrial y de arte de toda Rusia de 1896 en Nizhny Novgorod se le otorgó a la fábrica el Emblema del Estado. Poco después, sus productos causaron furor en la Exposición Mundial de París en 1900.

Octubre Rojo, Octubre Rojo: la icónica fábrica rusa de chocolates

Chocolates para la Unión Soviética

El fin de la época imperial de Rusia llegó con la Unión Soviética, cuyo gobierno nacionalizó empresas a diestra y siniestra. Una de ellas fue la fábrica de Einem, que en 1922 pasó a llamarse Octubre Rojo (Krasny Oktyabr).

La nueva fábrica rápidamente se convirtió en una de las más significativas del país, no solo por enviar varias toneladas de chocolate Gvardeisky al ejército soviético durante la Segunda Guerra Mundial, sino porque produjo las golosinas más consumidas y recordadas por los ciudadanos de la URSS.

Un ejemplo de ello es el famoso chocolate Alyonka (Alenka), que se elaboró a partir de 1965 y que perdura en la actualidad. Es reconocible por el bebé que aparece en su envoltorio: la imagen de Elena Gerinas, hija del artista Alexander Gerinas, que envió la foto de la niña al concurso convocado en el diario Vechernyaya Moskva para diseñar el exterior del dulce.

Desde 1959 el nombre completo de la empresa fue Fábrica de Confitería de Moscú “Octubre Rojo” y en 1966 recibió la Orden de Lenin por su amplia trayectoria y servicios prestados a la patria.

Una fábrica privatizada

Cuando cae la Unión Soviética, la fábrica Octubre Rojo es de las pocas compañías que logran salir a flote luego de haber pasado setenta años a cargo del Estado. En 1993 se privatiza oficialmente sin perder el nombre que tanto la caracterizó en el siglo XX.

En 1996 cambia la denominación a OJSC Krasny Oktyabr. Continuaría operando hasta 2007, cuando se une a United Confectioners, compañía que también alberga marcas como Babaevsky Confectionery Concern y ROT FRONT.

Octubre Rojo, Octubre Rojo: la icónica fábrica rusa de chocolates

Dulces que produjo la fábrica Octubre Rojo

Además del conocido chocolate Alyonka, la fábrica Octubre Rojo también elaboró una variedad de bombones rellenos y dulces como los caramelos Golondrina, los productos de Caperucita Roja y Kis-kis, los Mishka Kosolapy e incluso pequeños soufflé empaquetados de Ptichie molokó.

Hoy en día puedes encontrar estas golosinas en Moscú, o de forma online, ingresando en la página oficial de United Confectioners Holding.

Premios recibidos

En 1999, los chocolates Galería Tretyakov y los dulces de soufflé de Octubre Rojo formaron parte de los 100 mejores productos de Rusia. Así mismo, la fábrica y sus golosinas han recibido más de 40 premios hasta el siglo XXI. Entre algunos de ellos se cuentan la medalla de oro en la exposición internacional Krasnaya Presnya “WORLD FOOD 2000” y el signo de oro en la Exposición internacional “Marca de calidad del siglo XXI” en 2002.

Octubre Rojo, Octubre Rojo: la icónica fábrica rusa de chocolates

Octubre Rojo en la actualidad: complejo artístico

En 2007, Octubre Rojo cerró sus instalaciones a orillas del río Moscova, en el terraplén Bersenevskaya. En cambio, actualmente allí funciona un centro de arte y cultura que se ha vuelto muy popular en Moscú.

Aquí hallarás el Centro de Fotografía Lumiere Brothers y el Instituto Strelka de Medios, además de una variedad de estudios, oficinas y restaurantes. Atrás quedaron los años en los que el olor a chocolate se percibía en cualquier rincón. Sin embargo, el lugar y su valor histórico siguen atrayendo a los turistas.

Museo de Historia del Chocolate y el Cacao

Finalmente, en el Museo de Historia del Chocolate y el Cacao se hallan todas las curiosidades y los secretos de Krasny Oktyabr (Octubre Rojo) a través del tiempo. El complejo fue inaugurado en 2009 en la calle Verkhnyaya Krasnoselskaya de Moscú. Desde el proceso de cosecha de cacao hasta la elaboración del chocolate, la experiencia que ofrece es entretenida y, cómo no, muy dulce.

El museo funciona de lunes a sábado de 9:30 a.m. hasta las 17:30 p.m. Es posible reservar las entradas desde su página web oficial. Además de un paseo por los procesos y detalles de la confección del chocolate ruso, podrás llevarte deliciosos souvenirs contigo.

Recuerda que si realizas un viaje a Moscú y deseas saber más sobre la historia y la cultura rusa puedes contactarnos o apuntarte a alguno de nuestros tours.